1. Visita la Plaza de Armas y la Catedral del Cusco
La Plaza de Armas es el corazón palpitante del Cusco, el lugar donde convergen turistas y locales. Rodeada de arcos coloniales y balcones de madera, la plaza es el punto de partida ideal para explorar la ciudad. En uno de sus lados, se encuentra la imponente Catedral del Cusco, construida en el siglo XVI sobre lo que fue el Palacio de Viracocha Inca. Al entrar, te sorprenderás con su arquitectura barroca y sus altares dorados. No te pierdas el cuadro de la Última Cena, donde verás a Jesús y sus apóstoles compartiendo un plato de cuy, una muestra de la fusión cultural que caracteriza a esta ciudad.
2. Explora el Templo del Qorikancha
El Templo del Qorikancha, también conocido como el Templo del Sol, era el recinto religioso más importante del Imperio Inca. Se dice que sus paredes estaban recubiertas de oro puro, un lujo que reflejaba la devoción de los incas al Inti, el dios del sol. Hoy en día, el Qorikancha es parte del Convento de Santo Domingo, edificado por los españoles sobre las bases del templo incaico. Recorre sus jardines y descubre la asombrosa ingeniería inca, donde cada piedra encaja a la perfección, sin necesidad de mortero.
3. Recorre el Barrio de San Blas
A unos pasos de la Plaza de Armas, subiendo por calles empedradas, llegarás al pintoresco barrio de San Blas. Este barrio bohemio es conocido por sus estrechas calles llenas de talleres de artistas, artesanos y pequeñas galerías. San Blas es perfecto para pasear sin prisa, admirando las coloridas puertas y balcones que decoran las casas. Además, no puedes dejar de visitar la iglesia de San Blas, una de las más antiguas de Cusco, que alberga un impresionante púlpito tallado en madera de cedro.
4. Disfruta de la gastronomía local en mercados y restaurantes
Cusco es también un destino gastronómico que no puedes dejar de explorar. El Mercado de San Pedro, a poca distancia de la Plaza de Armas, es el lugar ideal para probar platos típicos como el choclo con queso, empanadas, o una deliciosa chicha morada. Si prefieres algo más sofisticado, los restaurantes del centro ofrecen desde comida fusión hasta recetas tradicionales con toques modernos. No te vayas sin probar un buen ceviche o una pachamanca, acompañados de una copa de pisco sour.
5. Admira la Piedra de los Doce Ángulos y el arte callejero
En la calle Hatun Rumiyoc, una de las más famosas del centro histórico, se encuentra la famosa Piedra de los Doce Ángulos, una muestra de la perfección alcanzada por la ingeniería inca. Esta piedra es parte de un antiguo muro incaico que ahora forma parte del Palacio Arzobispal. Mientras estás en la zona, aprovecha para disfrutar de la arquitectura inca en su máxima plenitud.
6. Únete a los Free tours por Cusco
Los
"Free Walking Tours en Cusco"son una excelente manera de explorar la ciudad sin gastar mucho dinero. Estos recorridos guiados, generalmente en inglés y español, te llevan por los puntos más emblemáticos del centro histórico, como la Plaza de Armas, el Barrio de San Blas, y el Templo del Qorikancha.
Lo genial es que los guías suelen ser locales apasionados, que no solo te cuentan la historia de Cusco, sino que también comparten anécdotas, leyendas y consejos sobre qué hacer y dónde comer. Aunque el tour es "gratis", se espera que al final des una propina voluntaria según tu satisfacción.
No olvides llevar ropa cómoda, agua y, por supuesto, tu cámara para capturar los momentos inolvidables de esta aventura. ¡Es una forma divertida y económica de descubrir Cusco!
Estas son solo algunas de las actividades que te esperan en el centro histórico del Cusco. Explorar esta ciudad es una experiencia que te conecta con el pasado y te invita a vivir su cultura vibrante en el presente. No importa cuánto tiempo tengas, cada rincón de Cusco tiene algo especial para ofrecerte. ¡Buen viaje!
No hay comentarios:
Publicar un comentario